El presente correo en general, es Filosofia pura de la historia que no está escrita o tal vez de sucesos a los cuales aun no se le ha hincado el diente en debida forma.
Espero que surja algún historiador que lo haga.
En estos correos, en estos 8 años de subsistencia, hay muchos testimonios que nos indican que la historia no se puede borrar por Decreto; pero tampoco usarla para provocar desorden o justificar lo injustificable.
Invito a leer con altura de miras.
AD MEMORIAM
Alejandro Lara León
Estimado Manuel:De acuerdo lo conversado telefónicamente te envìo este escrito mìo que recuerda al Profesor señor Renato Bussi Soto y que seguramente traerà su memoria a sus ex alumnos y alumas asì como a quienes le conocieron.Me alegro infinitamente al oir tus conceptos de objetividad en la red de manera que nada ni nadie sea discriminado.Espero estar en Talca el 5 de noviembre al regreso de un viaje a Europa.Se agradece amigo,Ad memoriam
Don Renato Bussi fue mi ídolo. No sólo jugaba bien al ajedrez, sino que se había ganado el respeto y afecto de todos los sectores por ser un vecino solidario cuya excelencia se expresaba en la tolerancia y colaboración. Lo recuerdo nítidamente encaramado en la escalera “telescòpica” de los bomberos para izar nuestra bandera los 18 de septiembre en la plazoleta Juan Antonio Ríos en el período plácido de un Talca donde yo, una "joven promesa", observaba a mi barrio seguir al mismo ritmo del pito de la Fábrica de Fósforos y de las campanadas del Liceo de Niñas durante la presidencia de Jorge Alessandri Rodríguez.
Fue un excelente profesor durante un decenio en ambos liceos y maestro tanto en las aulas como en las situaciones cotidianas en las que me invitaba a compartir momentos de paseos en su vehículo junto a la muchachada del barrio o simplemente conversando mientras caminábamos "peripateticamente" evocando el gusto por el método educativo de los filósofos griegos de la Antiguedad.
Compartí en su casa el calor de su hogar escuchando Sherazade de Rimsky Korsakoff, una de sus mùsicas favoritas y disfrutaba cuando en ajedrez me propinaba un “mate pastor”, pero luego me enseñaba la defensa Capablanca lo que me sirviò para defenderme en la vida. Su familia, sin “duda”, me distraía.
Como dueño de una cultura universal era un gran conversador hasta cuando jugaba ajedrez, hobby que le duró hasta su muerte, diría que hasta profundizó estudiando a los grandes ajedrecistas a la vez que iba buscando con quien compartirlo fueran neófitos o expertos, sin jamás descalificar a nadie así como nunca mencionó a quien o a quienes ayudaba.
En este hombre soñador de un mundo mejor, del hombre del siglo XX proyectado al futuro influyeron sus padres y las mujeres de la familia, entre ellas su hermana mayor Hortensia Bussi que luego sería la esposa de Salvador Allende.
Sus padres eran porteños, gran dueña de casa ella, un esforzado marino él que, cuando estaba en tierra gustaba de salir con su único hijo varón a la aventura de viajar en auto desde Valparaíso a Santiago con seis o más gomas de repuesto para el escarpado camino por la cuesta La Dormida.
Por el privilegio de haberlo conocido de cerca quisiera que muchos de sus ex alumnos, ex alumnas, amigas, amigos puedan saber que era un hombre que aportaba serenidad y una sensación de "estar bien". En lo familiar no solamente fue el regalón de sus hermanas sino también del grupo de mujeres que formó junto a su esposa e hijas.
Todavía me emociona recordar a este gran hombre, padre de dos lindas e inteligentes hijas a las que amó por sobre todos los avatares de su existencia familiar (María Inés y Ana María tuvieron tantos admiradores que yo solamente me sumo a la lista sin saber el lugar) y que, después de 1973 perdió la felicidad de compartir con sus nietas que crecieron en el exilio.
Aprovechando la comunicación de esta red liceana he querido recordar y expresar gratitud a mi profesor, vecino y amigo porque considero que me trasmitió muchos valores tales como la honestidad, la cultura, la sensibilidad hacia los deprivados social y económicamente y por sobre todo, trabajar con un bajo perfil para no incomodar a nadie.
Sin menoscabar en lo más mínimo a todos los profesores, profesoras, alumnos, alumnas, inspectores, inspectoras y personal auxiliar de ambos liceos ya homenajeados en la red con mucha asertividad, he creído necesario y justo agregar a la lista de los reconocimientos al Profesor Renato Bussi Soto, que ayudó a mantener la grandeza de la enseñanza y puso las bases de la convivencia y el humanismo que jamás se debieron perder.
Aún hay tiempo.
Alejandro Lara León
Ex Alumno 1963
Liceo de Hombres de Talca
LA HISTORIA NO ESCRITA
adriana cornejo <adrianacornejov@gmail.com> escribió:
Profesora de historia.
1957 LA CREACION DEL LAM
Roberto Orellana P. <roberto.orellana.prieto@vtr.net> escribió:
Quiero referirme a la nota de tu último correo que dice:
¿QUIEN FUNDO EL LICEO ABATE MOLINA?En el link aparece el comentario de que “en el LHT se les señalaba como fundador del liceo al Abate Molina” y que esta afirmación no concuerda con un comentario de un señor en el periódico “El Centro”
Polémica en Talca que salió el Domingo y hoy hubo una carta al Director. Veala con presionar el siguiente link:
Estimado Manuel, los recuerdos que yo tengo de mi vida de estudiante, los expresé en un correo anterior que tu generosamente publicaste, y dice:
Es importante destacar que el LHT nace como un Instituto de Humanidades, fundado por el Obispo Juan Ignacio Cienfuegos, gracias al deseo y a los dineros dejados para este efecto por el Abate Juan Ignacio Molina, sacerdote jesuita (sj) tras su salida de Chile por la expulsión de los jesuitas de España y de todas sus colonias.
Por tanto decir que el Abate fue el fundador del LHT es un error. El Abate fue un hombre muy generoso que quiso entregar a su Región lo más importante que un ser humano puede entregar, “Educación para su pueblo”, y lo hizo entregando toda su fortuna para tan noble cometido.
Te saluda cordialmente
Roberto Orellana P.
Fundador del LAM
Autor: María E. Arellano N. Prof.de Estado en Historia y Geografía | Fecha: 24-07-2011
En el presente mes de julio se conmemora otro aniversario del Liceo Abate Molina de Talca (LAM), situación que amerita citar al escritor Gustavo Opazo Maturana, quien en su libro "Historia de Talca" 1742-1942, señala que mientras el abate Juan Ignacio Molina vivía su destierro en Bolonia, "en 1823 recibe la visita de don Juan Ignacio Cienfuegos, estrechamente vinculado a su familia en Talca. En sus conversaciones le manifiesta su deseo de dejar su fortuna para la fundación de una casa de educación en Talca. Cienfuegos recibe los poderes necesarios para llevar a cabo aquellos propósitos y tener la administración de sus bienes. Vuelto a Chile, Cienfuegos se hizo cargo de la fortuna de Molina. Su primera iniciativa para dar cumplimiento al encargo del abate, consistió en elevar una solicitud al Gobierno pidiendo la autorización necesaria para fundar un Instituto Literario en Talca. Manifestaba que la buena educación e ilustración de la juventud hacían la felicidad de los pueblos, que la fundación la hacía con el auxilio de nuestro ilustre patriota el abate Molina, y por último que en el instituto se enseñaría gramática castellana, latín, filosofía y teología. La autorización solicitada fue dada por decreto el 5 de Julio de 1827". (pág.282).
Atentamente
www.diarioelcentro.cl (cartas al director)
EN DEFINITIVA:
SAQUE UD SUS CONCLUSIONES
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